El primer paso para lidiar con un empleado tóxico es saber reconocerlo a través de los rasgos que estos trabajadores tienen en común. En líneas generales, este tipo de empleados miran todo lo que les rodea desde una total negatividad, desde su puesto de trabajo hasta las novedades y los cambios llevados a cabo en la empresa e, incluso, el desempeño de sus compañeros.
Asimismo, son capaces de evadir reiteradamente su responsabilidad frente a problemas y negligencias, y también mostrarse irascibles cuando se les contradice, a pesar de ser ellos mismos quienes siempre llevan la contraria. Finalmente, suelen simular estar siempre muy ocupados, aun cuando los datos de rendimiento recopilados no muestren un desempeño acorde a sus supuestas horas de trabajo. De esta manera, generan un mal clima laboral, altas tasas de estrés e incomodidad en sus compañeros.
Lidiar con un empleado tóxico puede absorber una gran parte de tu energía, ya que esta clase de trabajadores funcionan creando agujeros negros que socavan la predisposición y la productividad general de quienes le rodean. No obstante, no debes darte por vencido, puesto que la presencia de una de estas personas puede transformar hasta al mejor de tus trabajadores en un empleado infeliz, perjudicando su día a día y a tu negocio en general.
El primer paso, por supuesto, es identificar a un empleado tóxico y determinar cuál es exactamente su comportamiento y cómo este afecta a los demás para, así, tomar las decisiones necesarias a fin de acabar de una vez y por todas con su influencia negativa en el clima laboral.
A continuación, te contamos cómo lidiar con un empleado tóxico de manera eficaz.
Si sospechas que un empleado es tóxico, no lo dudes y ponte manos a la obra. Lo primero que deberías hacer es informarte. Cuantos más detalles puedas recopilar, mejor preparado te encontrarás para afrontar la situación y enfrentarte a esa persona que menoscaba la productividad de tu compañía.
Por supuesto, es importante que olvides los convencionalismos: un empleado tóxico no es necesariamente ese que prefiere trabajar solo. Muchas veces se trata de personas que son queridas dentro del ambiente, a pesar de su personalidad pesimista, su holgazanería o su continua búsqueda de escusas. De hecho, en algunas ocasiones estos defectos se les perdonan porque se les considera más débiles o porque evidencian tener problemas emocionales o en el hogar.
Si detectar a un empleado tóxico no es tan sencillo, ¿cómo puedes hacerlo? Una de las mejores formas es tomando en consideración seriamente todas las quejas y las preocupaciones que te presente tu equipo de trabajo. Las señalizaciones de comportamientos inadecuados al departamento de RR. HH. y a ti mismo deben ser tenidas en cuenta, aun cuando hagan referencia a tu empleado estrella.
Un trabajador brillante puede, también, tener comportamientos inadecuados y tóxicos que afecten notablemente a su entorno. Así que no lo dudes y abre bien los ojos: ser inteligente no implica ser un empleado que aporte positivamente a un grupo.
En algunas circunstancias, el empleado en cuestión no es consciente de su toxicidad; esto significa que no repara en su comportamiento negativo y en cómo este afecta al equipo. Por este motivo, como líder deberías sostener una conversación sincera con él, planteándole tus preocupaciones.
En este momento, deberás rescatar los detalles recabados en el punto uno para dar ejemplos concretos de situaciones en las que se ha comportado de manera tóxica. Por otra parte, clarificar qué esperas exactamente de él, puntualizando los cambios que deseas ver en su actuar, sirve para sentar las bases de los próximos pasos a seguir. Asimismo, no olvides informar a tu empleado que estarás pendiente de su comportamiento, llevarás a cabo un seguimiento del desempeño de sus actividades en la empresa a través de un software como Bitrix24 y que, además, en un tiempo concreto volverás a hablar con él para determinar si ha cumplido o no con tus expectativas.
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Habitualmente, las conversaciones con los trabajadores versan sobre el desempeño pasado. No obstante, al lidiar con un empleado tóxico quizá resulte más productivo presentar un plan de acción a futuro que indique exactamente cómo el trabajador puede prevenir y evitar sus actitudes indeseadas.
Esta propuesta resulta positiva, sobre todo en el caso de aquellos empleados de alto desempeño que buscan objetivos a cumplir, ya que les estás planteando metas posibles e, incluso, indicándoles cómo alcanzarlas. Asimismo, deberías señalar cuáles son las ventajas de seguir el plan de acción y cuáles las consecuencias en caso de apartarse del mismo. En algunos casos, podría llegar a ser necesario despedir a un empleado tóxico.
La negatividad y la crítica constante pueden afectar irremediablemente el desempeño de los compañeros del empleado tóxico. También su holgazanería y su búsqueda de evasión de responsabilidades pueden hacer mella en los trabajadores. ¿Cómo puedes actuar al respecto?
Una opción es separar al trabajador con el comportamiento inadecuado de los demás. De esta manera, evitarás que su actuar contamine el del resto del grupo, mejorarás el ambiente laboral y tu equipo notará que eres un líder comprometido que se encuentra al tanto de la situación y que actúa para protegerles.
Una vez detallado y presentado el plan a seguir por el empleado tóxico, tienes que monitorear su actuar para determinar si el trabajador en cuestión realmente modifica su comportamiento de la manera indicada. Recuerda que frente al incumplimiento del acuerdo establecido, deberías llevar a cabo las consecuencias señaladas.
En este punto, puedes monitorear tú mismo el comportamiento o delegar el trabajo a un especialista en esta problemática. Lo importante es que estés al tanto de cómo progresa la situación y que toda actividad y problema se documente claramente, incluyendo las fluctuaciones en la productividad general del equipo y el clima laboral, dos marcadores que suelen ser afectados por el comportamiento tóxico.
Al lidiar con un empleado tóxico, debes estar preparado para todo y tener la adecuada flexibilidad para adaptarte a la situación y actuar en consecuencia. Una vez identificado el trabajador y tras informarle sobre la necesidad de modificar su comportamiento y las consecuencias que tendría ignorar esta indicación, deberías estar preparado y dispuesto a llevarlas a cabo en caso de ser necesario.
En algunos casos, el empleado problemático no moderará su comportamiento e, incluso, podría llegar a empeorar al amenazar a sus compañeros para evitar que te informen sobre sus actitudes. Frente a esta situación, deberías tomar cartas en el asunto, llegando incluso al cese del contrato.
Despedir a un empleado tóxico puede ser una tarea compleja, sobre todo si el objetivo es evitar las demandas laborales que pueden dañar económicamente a la organización, además de empañar su imagen empresarial. Entonces, ¿cómo deberías actuar?
Llegado este momento, la documentación de las actitudes del empleado a lo largo del tiempo y su notificación oficial al mismo, así como las conversaciones sostenidas y el plan de modificación de actitud con su correspondiente acuerdo y periodo de prueba, son esenciales para determinar que el despido es justificado. Así, el despido será procedente y, por lo tanto, el trabajador no podrá actuar contra tu empresa. El envío de la carta de despido indicará la terminación del contrato, siempre respetando el aviso indicado por ley.
En resumen, lidiar con un empleado tóxico es una tarea compleja, pero indispensable para recobrar la paz en el equipo de trabajo. El registro y la documentación de las situaciones indeseables y su almacenamiento seguro en una intranet empresarial de calidad, como la que posibilita Bitrix24, serán la justificación necesaria en caso de llegar a medidas drásticas. Tomar las decisiones adecuadas influirá directamente en la motivación de tus empleados y, por ende, en su productividad. No lo dudes y actúa.
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